Paf..
Pero una cosa es cierta: no te preguntarás nunca adonde ha ido a parar esa paloma. En cambio, nosotros no podemos desaparecer tan facilmente. Ha pasado el tiempo , poco o mucho. Y ahora saboreo una cerveza. Y recordandome de cuánto me hubiera gustado ser esa paloma, sonrío y me siento un poco avergonzada.
Comments
Post a Comment