24 enero 2011

Ella siempre ha estado ahí. Desde que éramos pequeñas y no era más que una de las veintipico niñas que empezaba a pasar sus tardes danzando, que siempre andaba por los vestuarios de arriba a bajo como todas las demas. Podría resumir sus dieciseis años de vida pero sobretodo sus 6 ultimos. Mi primer recuerdo de ella, es con un mayot azulado, unas medias que se acoplaban en esas piernecitas de una niña de 10 años y unas pequeñas zapatillas de media punta rosadas. Poniendo su cara de ardillita a las profesoras cuando algo no le salia bien o su cara de pocos amigos cuando una que yo me se , se pasaba de graciosilla. Recuerdo ser miembro de esas tres inseparables y alocadas niñas unidas por el baile y pelearme constantemente con ellas por ser yo quien llamara más la atención de ese otro niño a quien esperabamos por los pasillos, pero que finalmente todo acababa en un gran abrazo y un simple ''¿Me perdonas?''. Sí, ella siempre ha tenido esa capacidad para hacerse de querer. Recuerdo nuestro intento fracasado de buscar ganchos a nuestro estilo y realmente creer que no haciamos el ridiculo hasta ver sus caras... Recuerdo las noches compartiendo una cama individual. Nuestros lloros por amores lejanos. Y no tan lejanos. Recuerdo aquellas niñas que por hechos no demostrables ya eran nuestras peores enemigas. Recuerdo tus cintas de pelo color azul y blanco que mostraban cuando era hora de irse a la cama. Me acuerdo de llamadas telefónicas a altas horas de la noche y largas horas hablando de ellas. Por norma, todos los veranos había una mala cara seguida de una reconciliación. Por los bailes seguidos de un ''¡Me los tienes que pasar!'', por los nervios de las pruebas, por el ''que pasará..''. Por aquel día que destrozaron su sueño, y que gracias a su tozudez y sus ganas, acabó consiguiendo su propósito. Tonterías, demasiadas, insuficientes. Recuerdo echarte de menos. Nos recuerdo vestidas de ''Colegialas'' y salir en pantalla grande. Recuerdo un flequillo recto y otro que se hacia dueño de media cara, inseparables. Por consiguiente recuerdo tus inicios al valenciano con mis clases nocturnas. Ahora que lo pienso, recuerdo la gracia que nos hacía aquello de ''Cosquelles'' o ''Mira que hi ha de bollit eh? ''. ¿Te acuerdas? Me acuerdo de tu primer novio serio, y verte con su nombre en cada rincón de tus viejos muebles seguido de varios Neeta*. Llegó mi obsesión y me sorprendió en tu casa. Y lo mucho que me ayudaste con una simple pregunta, ''Te gusta?'' ''Si, y mucho''. Recuerdo pensar mil cosas que comprar, que dieron lugar a un regalo que crio moho en una percha. Fiestas de cumpleaños entre desconocidos, demostrandome que pertenecia a ese algo. Algo tan... bonito. Las primeras conversaciones serias, la plena confianza, las noches de interminables charlas, tus miedos a mi habitación, los primeros amores y desamores claramente.También recuerdo otras lágrimas, esta vez no había un corazón por medio, sino un final trágico de temporada, solol un nombre, Lucas. Lo que vino después, no se le puede llamar recuerdo. Pues su eco resuena todavía hoy. Ella, completa mi vida. Ella es orgullosa y cabezota y a veces puede resultar caprichosa. Pero es incomparable. Sé que a veces le cuesta tratarme, que mis días tristes son difíciles, y aún así lo hace. Ella, tú, eres mi mejor amiga. La más pequeña de nosotras. La eterna niña. No importa cuántas veces te derrumbes en mis brazos, yo siempre estaré para recogerte, es algo que prometí. Sé que no siempre estoy cuando más lo necesitas, perdóname. Todo ésto, no es para desearte feliz cumpleaños, si no para que sepas que eres parte de todos mis recuerdos, y realmente espero que lo sigas siendo. Nos quedan muchos veranos por delante, muchas historias tristes, muchos idiomas por descubrir, muchos escenarios que llenar.. Nos queda mucho. Te quiero.

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