Turn Left.

Sigues sin estar,
me repito cada día.
A través de imágenes intento
que tu cara permanezca en mi mente.
Y no hay semana que no entres en mis sueños y me susurres al oído ese "hey sexy!" tan tuyo.

Me entristece el recuerdo, pero sonrío
mirando al cielo porque tu sonrisa lo era todo.

Entonces me siento,
me pongo a repasar cada uno de tus gestos,
tus enigmáticas pupilas oscuras como el carbón fijadas en el horizonte de un atardecer
y es entonces,
cuando noto la suavidad de tu piel,
la forma de tus labios y
el tacto de tus yemas.
Y me doy cuenta
de que jamás
podré volver a sentirte.

Mi cuerpo
se petrifica con la mirada clavada
en la pared blanca que yace inmóvil justo delante,
dónde un día estuviste tú...
una lágrima brota desde lo más profundo de mi rabia y
moja mi mejilla izquierda.

Podré mirarte, soñarte, oírte pero nunca más sentiré el calor de tu piel.